Él llegó. Apareció en mi vida. Entró, porque yo lo dejé. Tengo que admitir lo mucho que me costó volver a confiar en alguien, pero como una estúpida lo volví a hacer. Necesitaba probar algo nuevo, algo distinto. Quería sentir que sería encontrarse con alguien nuevamente. Necesita el abrazo de alguien que no sea de esos que había dejado tantas marcas. Él me brindó eso y mucho más. Recibí un beso suyo. Hacía tanto no me daban un beso así, tan dulce, tan cariñoso. Me quedé sin palabras, en realidad sus besos me dejaron sin palabras, él. No sabía que pensar, y menos que menos que senti en ese momento, pero me llenó de dulzura. Pero ¿Era lo que quería? No lo sé, pero me gustaba, me gusta, era lo que en ese momento necesitaba. Una persona así, que me haga sentir libre y no estar atada a un sentimiento, volver a ser yo. Pero en ese momento, no me daba cuenta que inconsientemente, volvía a atarme a otro sentimiento, que talvez, no era el mejor.